jueves, 12 de noviembre de 2009

Una aventura abierta al futuro

No hace demasiado que está en cartel la película Ágora, de Amenábar. Quizá es la mejor explicación en términos actuales de lo que implica una tragedia antigua. No porque coincidan absolutamente en rasgos formales y expresivos, sino por el tipo de vínculo emocional que guía al espectador hacia un reconocimiento. Hacia el recuerdo de una verdad básica del ser humano, representada en personajes de gran solidez, con una capacidad inquebrantable de asumir las consecuencias fatales de la independencia absoluta.

Nos proponemos afrontar la representación de un texto nuevo. Se aproxima intencionadamente a ciertos rasgos definitorios del teatro griego. Pero, en realidad, no se trata de una reconstrucción rigurosa, anticuarista, ni de una adaptación sobre alguno de los textos antiguos que nos han llegado. Parte de una cierta familiaridad formal con el drama griego, es cierto; desarrolla, en cambio, una sintaxis nueva, que va vestida de un lenguaje encaramado en el verso rítmico, pero que además reúne referentes en parte clásicos, en muchos aspectos deudores del teatro moderno.

1 comentario:

  1. kautar: directora de obra27 de enero de 2010, 13:57

    queria solo decir que mis faltas al ensallo son por problemas familiares, y que apartir de ahora no faltare a ningun ensallo, tambien quiero añadir que estoy muy contenta con todos los actores, y con el autor de la obra, nuestro querido profesor BENJAMIN, que es una de las personas mas curiosas e interesantes de conocer!!!! vale la pena... mil disculpas

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